Esta pequeña novela entró en mi particular repertorio por una mera cuestión estética. El nombre me sonaba - como no y como muchos otros - pero no especialmente, así que para decidirme, opté por una edición viejísima, de esas de cartón, que te remontan a viajes en barco de señoritas burguesas.
Así que lo cogí.
La novela no me ha decepcionado. No sé si será intuición pero me la esperaba tan cual es. Una historia sin grandes complicaciones y de esquema de lo más normal. Tiene incluso algo que llama la atención. La personaje recuerda algo a la colegiala moderna del Ferdydurke de Gombrowicz. Una jovencita encantadora, con mayor capacidad para mostrar la educación recibida que para vivir por sí misma y ser fuente de creación.
El tono de la novelita, la historia, los personajes, todo tiene un aire, muy bien caracterizado - eso sí debe ser reconocido-, a aquellos veranos burgueses de vacaciones. De noches frescas, de bailoteos con hombres que después desaparecen. Nunca sabes si adoras a la protagonista o la odias. Si la comerías a besos o le meterías una colleja por ser tan tremendamente estrecha. Por eso es un relato tan válido. Refleja a pies juntillas la extremada aridez de ciertas personas obsesionadas por virtudes eidéticas - esto es - alejadas, y que olvidan la posibilidad de dar amabilidad a esta gente que nos rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario