Literatura en estado puro. El título reza: Centuria. Cien novelas-río. Y efectivamente los cien microtextos que configuran el libro (Anagrama, para variar), pueden considerarse novelas plenas, aun en su brevedad. Obviamente no puedo resumir nada. Personajes anónimos se mezclan con relatos de una fantasía desbordante. Madres que paren esferas, un unicornio en una parada de autobús, etc...
Se trata de un libro de lectura lenta. No porque se haga pesado, sino porque cuesta desconectar de una novela a otra. La técnica es envidiable. Así como el sinfín de retratos humanos que corren a lo largo de las páginas. Realmente lo considero de una influencia devastadora; demostración palpable de la infinitud de la literatura. Me quedo con ganas de mucho más.
Se trata de un libro de lectura lenta. No porque se haga pesado, sino porque cuesta desconectar de una novela a otra. La técnica es envidiable. Así como el sinfín de retratos humanos que corren a lo largo de las páginas. Realmente lo considero de una influencia devastadora; demostración palpable de la infinitud de la literatura. Me quedo con ganas de mucho más.
1 comentario:
Manganelli es autor de prosa barroca y riquísima, difícil, muy rigurosa y absorbente. Tuve ocasión de leer varios libros suyos en el original (italiano). Pude contemplar así la exquisitez de una mente originalísima de palabra veraz.
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