La sociedad actual en la que nos desarrollamos es multicultural. Pero no multiculturalista. Tener ese matiz en cuenta es algo a lo que nos enseñará este libro de Parekh. Partiendo de esa base, el libro critica el monismo cultural y moral, de identidad etnocéntrica, de Grecia, el cristianismo y el liberalismo de Mill y Locke.
Posteriormente pasa revista a tres de los primeros intentos de mostrar el influjo de la cultura en la interpretación moralista de las diversas sociedades o naciones. Trata pues a Herder, Vico y Montesquieu.
Para posteriormente hacer lo propio con tres corrientes contemporáneas que intentan catalizar ambas interpretaciones de la antropología esencialista del ser humano. Estudia a Rawls, Raz y Kymlicka. Las tres pecan de un liberalismo implícito que implica el fracaso a la hora de dar cabida, de una forma no monista, a todas las culturas.
Tras este resúmen, el libro se adentra en ejemplos y en varias tesituras en mi opinión bien afrontadas. Es un escrito responsable, pragmático, por lo tanto profundamente válido en una época de sospecha posmoderna. Curiosa e interesante es la limitación que impone a la libertad de expresión. Algo en lo que estoy de acuerdo. Tanta libertad tiene el que escribe - se trata los versos satánicos - como el que recibe. Algo en lo que la gente no siempre piensa.
El paradigma en el que Parekh es religioso. Por lo que el final del libro, si la lectura es laica, choca. Creo que cojea un poco al pretender una tolerancia religiosa más allá de lo íntimo. Algo que está bien en sí, sino fuera por cierto tono intolerante hacia lo laico. Es tan sólo una sensación. Es obvio que un ser humano religioso no puede dejar su religiosidad en casa, en eso estamos de acuerdo, pero creo que Parekh maximiza la influencia de ella en la vida de los hombres y mujeres. Es cierto que la religión ha dado grandes hombres; pero la religión en sí no tantos. Pero al fin y al cabo es una discrepancia filosófica y no política. En oposición podría citarse el librito firmado por Vattimo y Rorty: El futuro de la religión publicado en Paidós.
El libro de Parekh está publicado en Istmo. 503 páginas.
Posteriormente pasa revista a tres de los primeros intentos de mostrar el influjo de la cultura en la interpretación moralista de las diversas sociedades o naciones. Trata pues a Herder, Vico y Montesquieu.
Para posteriormente hacer lo propio con tres corrientes contemporáneas que intentan catalizar ambas interpretaciones de la antropología esencialista del ser humano. Estudia a Rawls, Raz y Kymlicka. Las tres pecan de un liberalismo implícito que implica el fracaso a la hora de dar cabida, de una forma no monista, a todas las culturas.
Tras este resúmen, el libro se adentra en ejemplos y en varias tesituras en mi opinión bien afrontadas. Es un escrito responsable, pragmático, por lo tanto profundamente válido en una época de sospecha posmoderna. Curiosa e interesante es la limitación que impone a la libertad de expresión. Algo en lo que estoy de acuerdo. Tanta libertad tiene el que escribe - se trata los versos satánicos - como el que recibe. Algo en lo que la gente no siempre piensa.
El paradigma en el que Parekh es religioso. Por lo que el final del libro, si la lectura es laica, choca. Creo que cojea un poco al pretender una tolerancia religiosa más allá de lo íntimo. Algo que está bien en sí, sino fuera por cierto tono intolerante hacia lo laico. Es tan sólo una sensación. Es obvio que un ser humano religioso no puede dejar su religiosidad en casa, en eso estamos de acuerdo, pero creo que Parekh maximiza la influencia de ella en la vida de los hombres y mujeres. Es cierto que la religión ha dado grandes hombres; pero la religión en sí no tantos. Pero al fin y al cabo es una discrepancia filosófica y no política. En oposición podría citarse el librito firmado por Vattimo y Rorty: El futuro de la religión publicado en Paidós.
El libro de Parekh está publicado en Istmo. 503 páginas.