Libro de lectura obligada. A mí parecer decepcionante. Tesituras muy manidas, formas comunes, exageraciones sin gracia. Un mundo feliz suele asemejarse - en cuanto antiutopía - a 1984 de Orwell. Creo que el último le supera. Narrativamente me ha parecido un desastre. Adolescente incluso. Por no mencionar las repetitivas citas de Shakespeare que lo hacen tedioso y sin gracia. Una vale, dos también, pero decenas es algo inasumible por el lector.
Acierta Huxley al introducir la genética en el sistema fordiano retratado en el libro; algo que no hizo, al menos tan fehacientemente, Orwell. Pero no logra llegar al dramatismo de 1984 (pienso en la escena de las ratas), quedándose en la superfice de algo que debería retratarse en profundidad debido a su gravedad.
El personaje del Salvaje es en mi opinión un infantilismo hermenéutico del buen salvaje de Rousseau. Recuerda levemente al famoso Viernes de Robinson Crusoe. Pero al situarlo como lo válido, lo bueno, en pleno contraste con la estabilidad del sistema se equivoca. (Cito el libro La transparencia y el obstáculo de Starobinski, donde se hace apología de la transparencia y la sinceridad del salvaje en la misma sociedad y no una vuelta atrás que nadie toma en serio).
Sinceramente la lectura de 1984 creo que minimiza la necesariedad de adentrarse en Un mundo feliz. Demasiado manido, diálogos que hoy en día nos suenan lejanos, de otro tiempo aun cuando nos hablen de temas que deberían preocuparnos extraordinariamente.
Acierta Huxley al introducir la genética en el sistema fordiano retratado en el libro; algo que no hizo, al menos tan fehacientemente, Orwell. Pero no logra llegar al dramatismo de 1984 (pienso en la escena de las ratas), quedándose en la superfice de algo que debería retratarse en profundidad debido a su gravedad.
El personaje del Salvaje es en mi opinión un infantilismo hermenéutico del buen salvaje de Rousseau. Recuerda levemente al famoso Viernes de Robinson Crusoe. Pero al situarlo como lo válido, lo bueno, en pleno contraste con la estabilidad del sistema se equivoca. (Cito el libro La transparencia y el obstáculo de Starobinski, donde se hace apología de la transparencia y la sinceridad del salvaje en la misma sociedad y no una vuelta atrás que nadie toma en serio).
Sinceramente la lectura de 1984 creo que minimiza la necesariedad de adentrarse en Un mundo feliz. Demasiado manido, diálogos que hoy en día nos suenan lejanos, de otro tiempo aun cuando nos hablen de temas que deberían preocuparnos extraordinariamente.
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