jueves, 13 de diciembre de 2007

La condición humana. André Malraux.


He llevado a cabo una lectura muy fragmentada de La condición humana. Lo que sumado a la estructura sincopada del propio texto me ha hecho perder cierta continuidad. Siendo consciente de ello, puedo decir que se trata de un gran libro. Los vacíos que Malraux deja a la libre interpretación del lector hace que sea una lectura exigente: pero se trata de una exigencia que se ve colmada en una acción constante que finaliza en un escena de grandes dimensiones literarias.
Sólo esa última escena ya merece por sí misma todo el esfuerzo. Ideológicamente - ya sabemos que Malraux vivió lo que escribe, que es sabedor de la lucha real por unas ideas - puede pecar de cierta ingenuidad o, digámoslo claramente, de caída en el marxismo más deshumanizador - algo que en mi opinión sesga de un modo peligroso, y mucho, la lectura Marxiana.
Puede haber otra lectura y es la que intenta entender los motivos del terrorismo revolucionario, desde una perspectiva émic, obviamente. Pero quizá por ello desde el talante más interesante.
De todos modos es un libro que no ha envejecido del todo bien. Se percibe cierta violencia en la escritura. Algo que nos aleja del tema tratado; podemos tener empatía por los personajes - unos personajes unidimensionales en mi opinión (el amor de Kyo por May tiene algo forzado) - pero no acabamos de sentir que la historia vaya con nosotros...
Pero hay un no obstante. Y es el final. El proceso de reclusión, la estancia de Kyo en la prisión, y lo que sigue tiene una fuerza estremecedora. Digna de recuerdo para todo lector mínimamente avispado. Así como Dickens nos demostró como sentir en la carne el hambre más atroz; Malraux nos induce a creernos en los mismo camastros de una prisión deshumanizadora.


No hay comentarios: