domingo, 30 de diciembre de 2007

La condena. Kafka.


En este volumen editado por Alianza tenemos la suerte de disfrutar de varios aglomerados de relatos kafkianos. Como por ejemplo pasaba hace meses con la Centuria de Manganelli, aquí es también difícil hacer una crítica normalizada.
Leyendo a Kafka uno se da cuenta de lo verdadera que resulta su actualidad. Pensar en los años que han pasado desde su escritura, y atisbar como los relatos nos absorven en una literatura pura: de esa que siempre digo que no relata nada pero nos hace disfrutar en sus simples formas, es algo que sólo puede comprenderse leyéndolo.
Los relatos de la condena, la penitenciaria y otros cortos, logran provocarnos auténticas situaciones nerviosas, aun sabiendo de su surrealismo. Esa es su magia. - Forjar otro mundo con axiologías terrenas, reales. Lejos por lo tanto de la ciencia ficción que muchas veces reclama códigos caballerosos de lo más arcaico, la gracia de Kafka es toda la magia que el surrealismo puede darnos.
Además su tono serio relatando lo absurdo - como ejemplo el informe que relata el hombre mono -, todo hace que nos tenga en ascuas esperando si la situación se verá normalizada. Dan ganas de más, y sobre todo de profundizar en su exégesis.
Habrá más Kafka, así como una relectura de mi adolescentes incursiones.

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